Un tanque para acopiar agua, la principal aspiración de muchos santiagueros
LOURDES GÓMEZ | Santiago de Cuba | 8 Mayo 2016 - 10:38 am.
Las constantes campañas de los medios oficiales exhortando al ahorro y
cuidado del agua parecen una burla para los santiagueros, que padecen de
racionamientos extremos hace más de un año.
Los alargados ciclos de entrega, que van desde 10 a 21 días, y las
constantes fallas de estos —según reportes, por roturas y otros
inconvenientes—, han creado conciencia de que cada cual debe resolver su
problema acopiando la mayor cantidad posible del líquido, y para ello es
necesario tener depósitos.
Lamentablemente, estos no se encuentran disponibles en la red de tiendas
en divisas, mucho menos en moneda nacional y, aunque hace algunos años
era posible encontrarlos en las primeras a precios exorbitantes, ahora
parecen estar siendo destinados por el Gobierno a casos sociales o a
zonas en situación aún más crítica, lo que no solo ha duplicado su
precio en el mercado negro, sino que también ha convertido estos
artículos en productos de primera necesidad desaparecidos y fuertemente
controlados.
Fue lo que le pasó a Raúl González cuando acudió a una de las tiendas de
materiales de construcción, donde se enteró habían surtido tanques
plásticos de 55 galones. Un día después no quedaba nada. "Me avisaron y
fui enseguida", comentó. "Al llegar no había ni uno, me enteré de que ni
siquiera salieron a la venta, los mismos empleados se los repartieron
entre ellos. Ya encargué uno para la próxima vuelta".
La inventiva cubana no se amilana y ha ido "resolviendo" la situación
fabricando sus propios tanques. Como salidos de un mundo onírico, los
barrios se pueblan con disimiles armatostes de metal. Son comunes en las
barriadas de edificios multifamiliares que carecen de cisternas y
tanques elevados. Estos inmuebles fueron construidos en las décadas
utópicas de la Revolución para recibir agua corriente todos los días,
servicio que nunca tuvieron.
Los apartamentos no tienen espacio para almacenar grandes tanques, sus
moradores los ponen en las áreas aledañas a los edificios. "Yo logré
poner mi tanque en la azotea", recordó Idania, vecina del distrito José
Martí, "pero en 2010 Raúl dijo que Santiago tendría agua las 24 horas,
renovaron el sistema hidráulico, repararon las azoteas de los edificios
y prohibieron ponerlos allí. Así que lo tengo abajo con candado".
La seguridad es otra de las cuestiones que deben tener en cuenta los
propietarios de tanques, para evitar a los ladrones de agua, que lo
mismo se la llevan para consumirla que para lucrar.
Por si esto fuera poco, los tanques sufren el constante asedio de
inspectores de la campaña anti mosquitos. Una mínima contravención y
corres el riesgo de perder el agua atesorada con tanto esfuerzo.
Le ocurrió a Rebeca Soler, vecina del Nuevo Vista Alegre. En su tanque
de fibrocemento fue hallada una larva y tuvo que vaciarlo so pena de una
multa y la intervención de las autoridades si no lo hacía.
"Todavía lo estoy llorando", comentó compungida. "Fue a solo dos días de
haberlo llenado. Les dije que era un crimen, que si lo flameaban no
quedarían restos de ningún huevo, no entendieron. Ahora a cargar agua
hasta que la pongan de nuevo. Yo que pensaba que me había librado de eso".
En el Santiago de hoy, tener un gran tanque o cisterna es un privilegio,
la mayoría no puede permitírselo y deben conformarse con cargar su agua.
Source: Un tanque para acopiar agua, la principal aspiración de muchos
santiagueros | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1462700308_22209.html
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