El abuelo Machado aconseja a sus campesinos
VICENTE MORÍN AGUADO | La Habana | 22 Mayo 2015 - 8:12 am.
Descontrol de la masa pecuaria, hurto y sacrificio, incapacidad estatal
y demonización del intermediario: la versión gubernamental.
La Ley de Reforma Agraria de 1959 ocupó los párrafos iniciales de una
larga intervención del segundo secretario del Partido Comunista (PCC),
José Ramón Machado Ventura, quien recordó a los miembros de la
Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) que la revolución
dio la "propiedad" de la tierra a más de 100.000 campesinos.
¿Propiedad? Vale la pena acercarnos al concepto inicial de una larga
intervención —tres páginas del tabloide Granma— porque el término
explica la crisis de la agricultura nacional, soslayada por el
mandatario con una abundante fraseología cuya síntesis quedó así
expresada: "No estoy hablando para ustedes, estoy hablando para que
trasladen, para que expliquen, para que se sienta la influencia de
ustedes que de una forma u otra, si están aquí, es porque tienen un
respaldo del resto de los campesinos".
El vicepresidente no está muy seguro de la fidelidad de sus campesinos,
esos "tenedores de ganado y tierras" que no pueden comerse legalmente un
filete sudado durante meses y languidecen desde hace medio siglo bajo la
intervención permanente de un solo propietario, sustituto de los
terratenientes explotadores de antaño.
Hay frases elocuentes del mandatario cuando aborda la crítica situación
de la masa ganadera y de la agricultura, cuyo 70% productivo es
responsabilidad de los anapistas.
"Ustedes saben que tenemos descontrol de la masa pecuaria, no solo en lo
del hurto y sacrificio, el que se roban, además hay descontrol por
limitaciones materiales para inscribir al ternero que nació o anotar a
la vaca que se murió o que se perdió", dijo Machado Ventura.
El octogenario dirigente no desea malquistarse con sus guajiros y por
tanto sigue: "el campesino es patriota, el campesino es honrado, es
trabajador, de eso no hay que dar muchas explicaciones; bueno, habrá
alguno por ahí, como en todo…"
La traducción del fraseo es: para comerse una vaca hay que sacarla del
registro estatal, robársela al terrateniente mayor.
El discurso no faltó al repetido ataque contra los intermediarios, los
"mercachifles culpables" del alza continuada de los precios. Sin
embargo, se reconoce la necesidad de una entidad comercializadora entre
el productor y el consumidor y, por el momento, continúa Acopio, la tan
vilipendiada empresa estatal, incumplidora si se trata de pagar en efectivo.
Se desconoce (y ningún periodista estatal, los únicos posibles en tales
cónclaves, ofrece detalles) de al menos una mueca de disgusto cuando el
Vicepresidente obvió el siguiente asunto medular: los "intermediarios
ilegales" pagan al momento, dinero efectivo y trasladan la mercancía a
las ciudades, asumiendo la completa responsabilidad por los riesgos
asociados tratándose de productos agrícolas. Riesgos que son muchos:
mermas por el peso, presencia y calidad diferenciadas, pérdidas por
maduración y —no menos— controles policiales acompañados de inspectores,
avenida de la corrupción, en el trayecto hacia el consumidor.
Es materia repetida la incapacidad estatal en cuanto al sistema de
cobros y pagos relacionado con las cooperativas y los campesinos
individuales.
El número dos en la escala del PCC no dejó estrategia alguna para
resolver los agudos problemas del campo. En la primera de sus tres
largas páginas de Granma adelantó que se hará "Todo, como es lógico,
dentro de nuestras posibilidades".
Por ahora lo esencial permanece, como bien cantó el gran Atahualpa
Yupanqui: "las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas".
Source: El abuelo Machado aconseja a sus campesinos | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1432228541_14706.html
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