Friday, May 9, 2014

Cuándo comeremos pescado?

"¿Cuándo comeremos pescado?"
Somos una Isla, que alguien responda: ¿También se fueron los peces del país?
viernes, mayo 9, 2014 | Reinaldo Emilio Cosano Alén

LA HABANA, Cuba. – Horacio Marrero Viciedo, de 46 años y su tío Pedro
Viciedo, de 56 años, de Bajurayabo, al este de La Habana. Discutían
sobre béisbol cuando entre imaginarios batazos, outs, líneas y robos de
base, Horacio cambia la conversación:

–¡Tengo unas ganas de comer pescado! Aunque sea un cachito. No lo
venden. Está racionado por dieta médica.

-¡Yo también me muero por comer pescado! –responde el tío. ¿Qué te
parece si mañana domingo vamos a pescar? Nos entretenemos y comeremos
tilapia al pincho. Como lo hacíamos antes de prohibirse pescar en presas.

Tío y sobrino prepararon el morral con anzuelos, cordel, café, cigarros,
ron y dos trozos de pan para almorzar. Beberían agua de la presa.
Sentirían la emoción del pez halando el anzuelo.

Amanecía mientras caminaban los seis kilómetros que separan su casa de
la represa Bacuranao, terminada en 1969, un lugar solitario, sin pueblos
ni tránsito de personas o vehículos, que almacena las aguas del río de
igual nombre y abastece parte de los municipios Guanabacoa, Cotorro y
Habana del Este.

–Llegamos. Pero ¡qué sorpresa! No veíamos el agua por ninguna parte. Un
tupido cerco de espinoso marabú y uña de gato impedían llegar al agua.
En vano tratamos de encontrar algún trillo hasta el agua. La tupida
maleza se adentraba siete metros dentro del agua. Si logramos muchos
pinchazos en la cara y los brazos. Imagínese con qué mortificación
hicimos los seis kilómetros del retorno a casa –-cuenta Horacio–, y añade:

–Al regreso quisimos bañarnos y pescar en el río. Ni pudimos llegar. Los
campesinos y usufructuarios de tierras estatales (gravadas) tienen
cercados ¡hasta los ríos! Usan perros para impedir el paso. Creen que
todo el que atraviesa su finca es para robar. Y tienen razón. Hay muchos
robos de viandas, frutas, y sobre todo ganado. El Ministerio de la
Agricultura indica que el 76 por ciento de los delitos en el campo
corresponde al hurto y sacrificio de ganado mayor, penado con sanción
entre 8 y 18 años de prisión según agravantes como sacrificio del
semental, o que el delito sea considerado sabotaje a la economía.

Para estimular el crecimiento de la ganadería, el gobierno prohibió en
1962 -–aún vigente–, la matanza de ganado. Solo pocas reses son
destinadas a alimento de turistas extranjeros y satisfacer mínimas
cuotas de carne a la población, mediante estrictas dietas médicas.

Datos semi oficiales cifran la masa vacuna actual entre dos y medio a
tres millones de cabezas para una población de 11 millones, 200 mil.
Antes 1959, llegaba a seis millones y medio de animales para una
población que apenas rozaba los 6 millones. Había suficiente carne,
lácteos y sus derivados y cueros para el consumo nacional y quedaba para
exportar.

También había tasajo traído de Uruguay y Argentina, alimentos que
preferían nuestros campesinos porque no necesitaban refrigeración.
También nuestros guajiros comían bacalao porque se conservaba a
temperatura ambiente. En la república, La Bacaladera Cubana, S.A., se
dedicada a la pesca de bacalao, disponía del barco Arktis para operar en
las costas de Terranova y Nueva Escocia*.

Años de sequías y mal manejo estatal de la agricultura y ganadería y
estrictos controles de sus reses a los campesinos han conducido al
descalabro de la agricultura.

Horacio recuerda su niñez con amiguitos del barrio, descalzos, sin
camisa, al aire libre, desandando caminos y potreros, cazando palomas
silvestres. Subían lomas, pescaban, se bañan en los ríos. "Hoy todo está
cercado, prohibido. Ni adulto ni niños pueden llevar vida al aire libre".

"¿Por qué tanto abandono de represas que abastecen a miles de
ciudadanos? ¿Qué calidad de agua recibimos? ¿Por qué el estado no vende
libremente pescado y marisco a precios asequibles al pueblo? ¿Por qué
pescar en presas y ríos dejó de ser recreación y medio de
alimentación?". Son algunas inquietudes que se agitan en las cabezas del
tío y el sobrino. Y de tantos cubanos.

– Carajo, somos una Isla, rodeada de peces, que alguien nos diga, al
menos, ¿cuándo comeremos pescado? , concluye Horacio.

*Jiménez, Guillermo. Enciclopedia Económica de Cuba Republicana, p 117,
Ediciones Universal, Miami, Florida, 2000.

cosanoalen@yahoo.com

Source: ""¿Cuándo comeremos pescado?" | Cubanet" -
http://www.cubanet.org/destacados/cuando-comeremos-pescado/

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