¿Qué fue de la Flota Cubana de Pesca?
La sobreexplotación y el abandono terminaron con una formidable industria
viernes, septiembre 4, 2015 | Paulino Alfonso
LA HABANA, Cuba – Aunque en los años 60 el gobierno cubano compró diez
atuneros japoneses con todo y tripulación, ese proyecto, como tanto
otros del Comandante, no rebasó el lustro de vida. En realidad, la Flota
Cubana de Pesca fue armada por los soviéticos a principios de los años
70, con el fin de restablecer la maltrecha economía cubana tras una
década de fracasos.
A partir de ese punto, la Flota Cubana de Pesca vivió una época de
esplendor, llegando a tener 90 atuneros rusos del tipo Tropical, 20
arrastreros por popa españoles tipo Calsa y 4 buques-fábricas
construidos en Alemania Oriental, además de dos buques-cisterna rentados
también a los españoles.
Según la revista "Mar y pesca" que editaba por aquel entonces un
abultado Ministerio de Pesca, esta flota llegó a capturas anuales de
cien mil toneladas. Pero aquel ejército de barcos se fue extinguiendo
lentamente hasta desaparecer por completo.
Un antiguo compañero de afanes llamado Julio Ayón, se dedicó por
veinticinco años a la pesca de altura. Fue oficial de refrigeración del
"Río Zaza", uno de los cuatro buques-fabricas que llegó a tener la flota
pesquera en aquella época feliz de la macarela y la merluza
Julio cuenta por qué fue que semejante flota con tan experimentados
hombres, se deshizo: "por sobreexplotación y abandono. De las
tripulaciones y de los barcos."
Las campañas de pesca duraban de seis a siete meses, sin tocar tierra,
con jornadas de doce horas diarias, algo que deterioró la salud de casi
todas las tripulaciones. La mayoría de los hombres, una vez en tierra,
padecían de trastornos nerviosos que trataban en vano de solucionar con
alcohol.
Los barcos, bajo este excesivo régimen de trabajo, sufrían frecuentes
averías que eran resueltas con reparaciones deficientes. A la postre, la
nave averiada quedaba inutilizada por completo. Entonces se desguazaba
para aprovechar sus piezas, práctica muy frecuente que era conocida como
"canibalear".
Por otra parte los soviéticos utilizaban algunos pesqueros en tareas de
espionaje radioelectrónico en la zona de pesca del Atlántico
Noroccidental, lo que recargaba la faena de las agrupaciones y les
dificultaba cumplir la norma asignada.
Fue a fines de los años 80 que, ante la escasez de piezas y de
suministros soviéticos, el gobierno cubano optó por desguazar más de la
mitad de la flota, toda vez que su reparación era costosa y no se podía
permitir los gastos de mantener una flota así.
Muchos barcos se vendieron a buen precio a España, como chatarra para
sus acerías. En uno de estos viajes para transportar chatarra, el viejo
buque Guantánamo dio una vuelta de campana y de toda su tripulación se
dice que sólo sobrevivió un marinero.
Las tripulaciones de los barcos, tras el desguace, fueron rentadas a
varios países por la firma Antares, que dirigía el capitán de navío
Orlando Romay, posteriormente juzgado por corrupción.
De esa forma terminó un proyecto que costó millones de dólares y que,
contrario a otros que de nada sirvieron, al menos durante poco más de
una década trajo comida a la mesa de los cubanos e ingresos para miles
de familias de pescadores.
Source: ¿Qué fue de la Flota Cubana de Pesca? | Cubanet -
https://www.cubanet.org/actualidad-destacados/que-fue-de-la-flota-cubana-de-pesca/
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