Si no fuera por el exilio
Martes, 21 de Agosto de 2012 02:13
Escrito por Amarilis C. Rey
Cuba actualidad, Managua, La Habana, (PD) Una de las mayores alegrías
que tiene hoy la familia cubana es recibir en sus hogares a parientes o
amigos que "vienen de afuera." Está por un lado la parte sentimental por
los años sin verse, las almas se renuevan con el encuentro; y por otro,
la parte material: por algunos días se liberan de las habituales
preocupaciones por las carencias.
Según estadísticas independientes, más del 15% de la población cubana,
forma parte de ese exilio que comenzó la noche del primero de enero de
1959, cuando desde el aeropuerto de Rancho Boyeros partió el primer
avión rumbo a Estados Unidos con integrantes del gobierno de Fulgencio
Batista y sus familiares.
Y aunque más de medio siglo después Estados Unidos sigue siendo la meta
para muchos dentro de Cuba, fundamentalmente jóvenes, la emigración
cubana se ha extendido a diversos países en casi todas las latitudes.
Cuando en ocasiones los medios oficiales han tocado el tema, afirman que
los que emigran son personas que se dejan influenciar por los "cantos de
sirena del capitalismo" y la propaganda sobre el modo de vida
norteamericano.
José, un campesino de 70 años que participó en la lucha clandestina
contra el gobierno de Batista, comentó: "No es que la propaganda de
ellos sea buena, la que es mala es la nuestra. Llevamos muchos años
tratando de enmendarle la plana a los Estados Unidos, y ¿qué pasa con
nuestro país? Eso es lo que tiene que importarnos. Si no fuera por el
exilio, ya nos hubiéramos muerto de hambre."
Fuentes independiente afirman que el exilio reporta al país más de dos
mil millones de dólares anuales. Se dice que es la segunda entrada de
divisa fuerte al país después del turismo. Pero para muchas familias
cubanas es la primera.
Onelia, de 79 años, recibe una pensión de 270 pesos mensuales después
de haber trabajado 37 años, pero asegura que "su suerte" es uno de sus
tres hijos que vive en los Estados Unidos. "Me manda todos los meses
100 dólares y eso yo lo voy administrando. Con ese dinero también ayudo
a mis demás hijos que tengo aquí. Ellos trabajan, pero tú sabes, no les
alcanza, como a casi todo el mundo. La separación es muy dura, pero eso
fue lo que él quiso. Y si él está feliz allá, pues yo me conformo."
Artículos de primera necesidad como el jabón de baño, de lavar, la crema
dental, champú, desodorantes, aceite de cocina, por citar solo algunos,
son adquiridos por muchos cubanos en las tiendas dolarizadas gracias a
las remesas recibidas desde el exterior.
Aunque en la capital en algunos comercios se pueden adquirir con moneda
nacional productos como el jabón de baño y la pasta dental, estos son de
mala calidad.
Alberto, de 60 años, comentó: "Aquí en la Habana estamos rey. Esos
jabones que aquí están por la libre y que a muchos no les gustan porque
dan picazón, en el campo, en Pinar del Rio, cuando los sacan en las
tiendas, se forman unas colas que parece que van a repartir carne de res."
En los paquetes que envían o traen los familiares, pueden encontrarse;
medicamentos, culeros desechables de cualquier talla, sazón de cocinar,
chucherías para los pequeños de la casa, ropa interior, cosméticos y
hasta almohadillas sanitarias.
La comida que estaba libre de aranceles desde hace varios años, sufrió
una modificación que comenzó a regir el pasado dos de agosto con nuevos
impuestos sobre los alimentos.
La felicidad llega junto a los familiares que vienen de visita a Cuba:
aunque sea por unos días, no hay que pensar en las penurias diarias.
Entre los que llegan hay una frase común, cuando después de algunas
horas en la patria suelen comentar: "Aquello está difícil, pero esto es
deprimente."
Para Cuba actualidad: amarilisrey@yahoo.com
http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/4986-si-no-fuera-por-el-exilio.html
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