A cada cual según su avestruz
Jueves, Agosto 16, 2012 | Por José Hugo Fernández
LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -El avestruz ha tenido más de
una aparición triunfante dentro de este vodevil que es la historia de la
revolución cubana. La penúltima vez fue en los años noventa, cuando
corrió la bola (jamás confirmada pero tampoco desmentida) de que los
habaneros habían convertido en croquetas el único ejemplar del Zoológico
de la Avenida 26, el cual más bien era un ñandú, tan viejo que
posiblemente fuese abuelo de aquel sobre el que jineteaba el hijo de
Juana en las historietas de Tarzán.
Luego se estuvo especulando durante algún tiempo sobre la posibilidad de
que la UNEAC adoptase su imagen (la del avestruz, digo, antes de ser
croqueta) para crear un logotipo, toda vez que entre los animales del
patio ninguno representa tan cabalmente el pensamiento y la acción de
los artistas y escritores cubanos adscritos al régimen: alas cortas,
patas ágiles y con la cabeza enterrada.
Ahora vuelve el avestruz sobre sus fueros. Y de qué modo. Presentándose,
es decir, presentado por Prensa Latina como un factor importante en la
diversificación de nuestra economía nacional. Según un reporte de esa
agencia, fechado en La Habana el 4 de agosto: "El Programa Nacional de
Desarrollo del Avestruz del sistema de la Empresa Nacional para la
Protección de la Flora y la Fauna, con la colaboración de la Agencia
Española para la Cooperación Internacional y el Desarrollo (AECID), ha
logrado resultados excelentes en los primeros pasos de la implantación
de la ganadería del avestruz".
Esto es en serio, por más que no lo parezca. Cuentan los entendidos que
en 1959, había en Cuba una vaca por cada habitante, mientras que hoy
existe una por cada tres, aunque sean muy pocos -casi nadie, excepto los
caciques y sus protegidos-, los que han trabado contacto con esa tercera
parte de vaca que les toca.
Y ahora resulta que debemos intentarlo con el avestruz, sin haber
llegado a intimar nunca con la vaca, y sin que ni siquiera sepamos qué
parte del avestruz nos corresponde a cada cubano, de acuerdo con los
cálculos de los entendidos.
Tampoco hay que precipitarse. Ya nuestros caciques nos advirtieron que a
ellos les gustan las cosas sin apuro. Y según el citado reporte de
Prensa Latina, están dando los primeros pasos, aunque la cría de
avestruces se inició en la Isla hace 16 años, o sea, en 1997 (por lo
cual habrá que incluirla en el catálogo de los desaforados engendros de
Fidel Castro), y sólo en el año 2007, fueron creadas las primera granjas
productivas para la obtención, dicen, de alimentos sanos para el pueblo
y para incentivar nuevos renglones exportables.
Sin embargo, para que se vea cuánto han avanzado, ya descubrieron que
cada huevo de avestruz equivale a unos 23 huevos de gallina. De manera
que ahora sólo falta que en el próximo congreso del partido comunista
saquen la cuenta, para dictar un lineamiento estableciendo que cada dos
meses y algo más, podrán vendernos por la libreta de racionamiento un
huevo de avestruz per cápita, como sustitución a los 10 huevos de
gallina que hoy nos venden mensualmente.
Otra reforma que podría ser incorporada en el próximo congreso del
partido comunista sería la de otorgarle un avestruz a cada ciudadano.
Así fomentan de paso la iniciativa individual, sin dejar de cumplir con
aquel sabio precepto: "A cada cual, según su avestruz; y para cada
avestruz, según lo que pueda cada cual". Habría que lamentarlo
verdaderamente por los avestruces que tengan que vivir en alguno de los
más de 40 barrios marginales de La Habana, como no sea que aprendan a
alimentarse con el excremento de los perros. De cualquier forma, no creo
que permanezcan vivos lo suficiente como para necesitarlo.
Pero allá el que se almuerce su avestruz en los primeros días. Yo pienso
utilizar el mío para huir de los cazadores del régimen a todo galope,
como el hijo de Tarzán y Juana.
http://www.cubanet.org/articulos/a-cada-cual-segun-su-avestruz/
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