Papas podridas y con tierra
[22-04-2015 11:50:10]
Enrique Díaz Rodríguez
(www.miscelaneasdecuba.net).- La noticia corrió como pólvora entre los
vecinos. Había llegado la papa al puesto. Los cubanos somos en extremo
amante de las viandas; en especial la papa, la cual llegó de tierras
lejanas para quedarse (aunque en la mesa popular se vea poco).
Sea por razones económicas o por un mal hábito alimentario; lo cierto es
que a la hora de comer, gozamos degustando de las viandas fritas o
hervidas (en especial la papa).
Volviendo al tema: había llegado la papa al barrio 'Los Pocitos. La
tarea era simple. Tomar una jaba, el dinero, llegar al puesto y hacer la
cola para comprarlas.
Cuando realicé todos los pasos descritos y me encontré parado frente a
una enorme pila de sacos llenos del preciado tubérculo; abrí mi java y
me dispuse a escoger las mejores.
El dependiente del mostrador me increpó amablemente diciéndome que yo no
podía seleccionar el producto; para eso estaba él.
¡Me alegré!
Había encontrado una persona que hacía valer la premisa: "mi trabajo es
usted".
Comenzó a echar en la java toda suerte de papas.
Papas grandes (las menos), papas chicas (las más), podridas y con
abundante tierra.
Naturalmente, protesté con todas las fuerzas de mi ser.
Amablemente, el servicial dependiente me informó que las papas se
vendían tal como las mandaba el estado.
Le argumenté que era un derecho del cliente el escoger el producto; en
este caso en buen estado y libre de suciedades.
"Noooooo mi amigo; está orientado venderlas así. Además, aquí los
productos no tienen merma", objetó resueltamente.
Sin ánimos de debate y deseoso de comer papas, adquirí la menor cantidad
posible, con la desagradable sensación que brinda la impotencia y la
derrota.
Observé cómo algunos de mis vecinos, que se encontraban en la cola,
corrían igual suerte.
Conrado el plomero, en una acalorada discusión dijo NO a la tierra
acompañante de las papas.
Una vecinita, a quien le vendieron más papas podridas que sanas, casi llora.
La desagradable sensación de sentirse desprotegido es una realidad del
cubano actual.
Vivimos en una nación que ha sobrevivido por más de medio siglo a costas
de las migajas del amigo de turno.
Un país con un gobierno que nos dejó creer que todas las riquezas eran
del pueblo.
En este caso: la riqueza llegó en sacos repletos de papas podridas con
tierra.
Source: Papas podridas y con tierra - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/55376ed23a682e08f4e5f275#.VTfBtiGqqko
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