Cuba está quedando sin café
septiembre 17, 2014
Progreso Semanal
HAVANA TIMES — Los pronósticos de una menguada cosecha cafetalera para
2014 disminuyen las esperanzas de muchos cubanos de volver a tomar la
infusión "pura" y no mezclada con chícharos, como se hace en el país
desde hace años por las bajas producciones nacionales, el uso de gran
parte de lo recolectado en captar divisas externas y los altos costos de
importación del grano.
Aisladas notas periodísticas comienzan a configurar un panorama según el
cual se espera la caída de la cantidad de granos recogidos a poco más de
la mitad de lo recogido en la campaña anterior. Según Rafaela Díaz
Velázquez, directora del Centro de Gestión del Grupo Empresarial de
Agricultura de Montaña, el estimado de recogida de la actual temporada
representa alrededor del 67 por ciento del total acopiado en la cosecha
precedente.
Entre 2013 y 2014 se acopiaron en las montañas de Cuba 6105 toneladas,
lo cual entonces fue considerado "un paso modesto" aunque quedó muy por
debajo de la demanda nacional (24 mil toneladas). Ante la escasez de los
cafetos habrá que importar más de diez mil toneladas a precios que
oscilan en torno a los 4000 USD/ton, según el Banco Central del
archipiélago caribeño.
Los especialistas apuntan al clima, con temperaturas sostenidas por
encima de lo habitual, como uno de los culpables en los paupérrimos
datos, al impedir la floración y presencia de frutos no solo en el café,
sino en varios cultivos como el aguacate y el mango.
Mas, el "gran culpable" parece ser el alto grado de envejecimiento de
las plantaciones.
"Cerca del 50 por ciento de nuestras matas tienen más de 25 años,
entonces, al tener una buena cosecha en la edición anterior, muchas de
esas plantas no rendirán de manera óptima en esta ocasión", contaba al
periódico Cinco de Septiembre el director de la Empresa Agroindustrial
Eladio Machín, en Cumanayagua, provincia de Cienfuegos, Omar Bermúdez
Sánchez, quien además confirmaba que "las dificultades con el arábica se
extienden a toda Cuba".
Desde años atrás se escucha describir una intensa campaña de renovación
cafetalera; pero la realidad no acaba de satisfacer a los
planificadores, pues en el propio caso de la Empresa cienfueguera de un
propósito de 223 hectáreas solo han llegado este año a 156, "debido a
dificultades con las campañas de vivero e ineficiencias del ser humano".
Y es en las personas donde se deciden también parte de los recurrentes
tropiezos del café cubano. No ha parado el éxodo de pobladores en las
zonas montañosas (donde se concentra la producción) y los precios de
compra fijados por el Estado carecen de incentivo suficiente para
contener serranos o atraer a nuevos caficultores.
Los bajos rendimientos de los sembradíos, el poco empleo de
fertilizantes, la obsolescencia de la industria despulpadora y de
secaderos y la pérdida de habilidades y tradiciones en los agricultores,
suman angustias a un cultivo que conecta directamente con las
necesidades diarias de los cubanos, pues se estima que cerca del 89 % de
la población lo consume de alguna forma.
Semejante perspectiva avizora entonces nuevos ciclos de
desabastecimiento del grano molido en las Tiendas Recaudadoras de
Divisa, de donde "se pierde" regularmente, a pesar de sus altos precios
con respecto a los ingresos promedio de los ciudadanos.
Supone también que las arcas estatales deberán erogar millones de
dólares para mantener (sin crecer) el consumo actual; y que seguirán
tupiéndose las cafeteras de miles de hogares cubanos, donde se cuela el
café que viene "por la bodega", compuesto por un 40% de grano de baja
calidad y 60% de semillas "sucedáneas".
La baja cosecha mantiene en el aire aún la advertencia del presidente
Raúl Castro, cuando en 2010 anunció el reinicio de la entrega "normada"
de café mezclado, que había finalizado su antecesor, Fidel Castro, en 2005.
"Si queremos, seguir tomando café puro y sin racionamiento, la única
solución es producirlo en Cuba, donde está probado que existen todas las
condiciones para su cultivo, en cantidades suficientes que satisfagan la
demanda y hasta exportarlo con la más alta calidad", sentenciaba entonces.
La esperada "lluvia de café" en los campos cubanos (que llegaron a
producir en la década de 1960 unas 62 mil toneladas anuales) no ocurrirá
este año, y su espera mantendrá en alguna conversación la anécdota
también hecha pública por el presidente cubano: de maestros de los
vietnamitas en el cultivo del cerezo, los cubanos pasaron a compradores
del segundo exportador del mundo: sus avezados aprendices indochinos.
Source: Cuba está quedando sin café - Havana Times en español -
http://www.havanatimes.org/sp/?p=99309
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