¿Mostrar la libreta o el dedo?
ROSA LÓPEZ, La Habana | Agosto 22, 2014
Maduro ordena instalar un sistema de control de compras
Los cubanos están preocupados por el anuncio, el pasado miércoles, de la
próxima implementación en Venezuela de un sistema biométrico para la
compra de alimentos y productos básicos. El anuncio ha revivido las
peores pesadillas de los consumidores de la Isla y disparado las
comparaciones entre ambos países. Más de medio siglo después de la
instauración de la llamada libreta de racionamiento, la población cubana
reacciona con pesimismo a las nuevas disposiciones de Nicolás Maduro
sobre el comercio minorista en su país.
El mandatario venezolano ha decidido crear un sistema para regular las
compras en los comercios estatales y privados a través de huellas
dactilares. La medida ha causado molestias en la población del país
sudamericano, pero también ha tenido un eco negativo en Cuba.
Muchos cubanos perciben que Venezuela recorre a pasos cada vez más
rápidos un camino de excesivos controles y estatización que ha resultado
desastroso para la Isla. "Están inventado el agua tibia, porque algo
parecido hemos tenido aquí y no ha servido para solucionar el
desabastecimiento", aseguraba esta mañana Josefina Bermúdez, quien
adquiere su pan del racionamiento en la unidad La Candeal, en la esquina
habanera de San Lázaro y Hospital.
La picaresca popular ya ha encontrado algunos motivos para burlarse de
la última decisión de Maduro. "Van a tener que cuidarse mucho los dedos
en Caracas, porque ahora el negocio va a ser cómo conseguir un dedo de
otra persona para poder comprar más...", se burlaba Miquito, un pescador
que pasa sus mañanas y sus tardes en el muro del malecón.
No todos lo ven con tanta picardía. Los hijos de Nemecia están alarmados
ante la posibilidad de que su madre ya no pueda traerles desde Venezuela
los regalos prometidos. "Lleva casi dos años trabajando como técnica de
la salud cerca de Barinas y ahora con estas noticias no sé si podrá
comprar las cosas que quería traer", dice el mayor. La "fuente"
comercial en que se había convertido Venezuela para quienes realizan
misiones médicas en ese país, pende ahora de la punta de un hilo.
El temor proviene de un mal demasiado conocido y experimentado por estos
lares. Los más viejos recuerdan aquellos momentos en los que se
implementó las cuotas para cada persona "de manera transitoria y hasta
que el país se estabilice". Con el tiempo los productos que en un inicio
estaban regulados comenzaron a escasear y vieron menguada su calidad.
Hoy, cada persona recibe mensualmente un poco de arroz, azúcar, unas
onzas de pésimo café y algo de pollo y huevos.
En la familia de Rodobaldo Acuña tres generaciones han nacido bajo el
sistema del mercado racionado y saben de sobra cómo deben de sentirse
los venezolanos. "Yo nací en 1965 con libreta de racionamiento, mi hija
llegó en medio del Período Especial y también tiene que comprar en la
bodega, y ahora viene en camino mi segundo nieto y habrá que inscribirlo
también. Solo espero que no lo sufran tanto tiempo como nosotros".
Venezuela vive hoy la mayor inflación de toda la región, con una tasa
anual por encima del 60%. El Gobierno ha intentado paliar el asunto con
controles de precios y de cambios, pero el costo de la vida se ha
disparado. Las importaciones de productos básicos siguen creciendo y los
anaqueles vacíos ya forman parte inseparable del paisaje comercial del país.
"Después dicen que los cubanos o no llegamos o nos pasamos... pero en
esto los venezolanos se nos han ido por delante", dice Manolo, un
jubilado que compra en una bodega de la calle Teniente Rey de La Habana
Vieja. El hombre considera que, "cuando en un país se establece un
racionamiento de este tipo, después es muy difícil erradicarlo y además
esto fomenta el conformismo, el paternalismo y la falta de deseos de
esforzarse en la gente".
El sistema de racionamiento entró en vigor en Cuba en 1962 y, aunque hay
fuertes rumores populares sobre su próxima eliminación, las Oficinas de
Registro de Consumidores (OFICODA) de todo el país están preparando la
entrega de la libreta de 2015. "Bueno, a diferencia de lo que me ha
pasado a mí con la libreta, a ningún venezolano se le perderá ni tampoco
se le olvidará el dedo en la casa", exclama con sorna Manolo antes de
pedirle al bodeguero que le despache el azúcar del mes de agosto.
Source: ¿Mostrar la libreta o el dedo? -
http://www.14ymedio.com/internacional/Venezuela-Libreta_de_racionamiento_0_1619838009.html
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