Mercado de abasto El Trigal: Los precios, al alza
MARÍA MATIENZO PUERTO | La Habana | 21 Ene 2016 - 8:57 am.
En la cooperativa mercado abasto EL Trigal los precios fluctúan según la
gestión individual de los dueños de la mercancía pero, en general, van
en alza.
Las tensiones provocadas por el Gobierno en los puntos de control; la
amenaza de estandarizar los precios y el arbitraje de los
intermediarios, son algunos de los motivos por los que en este mercado
mayorista de abastecimiento los números están al nivel de las tarimas de
cualquier agromercado municipal.
El Trigal es una gran plazoleta techada, con muros a la altura de la
cama de los camiones, que llegan dando marcha atrás para descargar la
mercancía. El lugar está diseñado para vender al por mayor, pero hay
todo tipo de compradores: Amas de casa, la minoría; doctores que con la
bata al hombro consiguen que los atiendan con mayor deferencia; los que
recogen del suelo lo que va quedando; gente que solo compra un saco de
cada producto para revenderlo en una carretilla o en la puerta de su casa.
La mayoría son los revendedores o dueños de tarimas en los mercados de
la ciudad, que compran quintales sin importar el precio.
"La semana pasada el saco de boniato estuvo a 300 pesos", cuenta un
cuentapropista que ha ido a comprar para su carretilla y cree que el
precio se debió a la lluvia. "Aquí todo se cobra, hasta la entrada".
El acceso al lugar cuesta tres pesos (moneda nacional) y el alquiler de
la carretilla para transportar la mercancía que se compra cuesta 20
pesos. Ambos servicios los controla la cooperativa, que tiene bien
identificados, con pullovers y chalecos, tanto a carretilleros como a
cobradores de entradas.
Es difícil hacer preguntas porque todos están alerta. "Cualquiera puede
ser de la Policía", comenta un hombre que dice ser dueño de una tarima
en el mercado de 19 y 84 en Playa y que tiene a un equipo de personas
trabajando para él. Ha comprado más de 50 cajas de tomate. Como otros,
controla las compras por teléfono. En cuanto consigue un buen arreglo,
llama y cancela otras posibles adquisiciones.
"Esto es como en los mercados esos de las películas americanas, en los
que la gente se grita y llama por teléfono y cancela o pide que le
compren", dice. Evidentemente, el dueño de la tarima de 19 y 84 compara
el ambiente de El Trigal con el de Wall Street.
Los compradores se vociferan precios, se empujan para llegar primero,
corren detrás del último camión que llegó, se aglomeran donde hay buena
mercancía, regatean, sustituyen el "permiso" o el "por favor", por el
"voy ahí", para finalmente hacerse con lo que necesitan. Todos llevan
botas y hay fango en todas partes.
El lunes la caja de guayaba estuvo a 150 pesos, lo que equivaldría a 45
libras a tres pesos; la ristra de ajo de 50 cabezas, se vendió a 50
pesos, o sea, a peso la cabeza; el mazo de zanahoria costaba 11 pesos y
el de cebolla a 20 pesos. La caja de tomate costaba 500 pesos.
Si los precios están así en el mercado mayorista, ¿qué ganancias le
sacan? Nadie da la respuesta exacta, pero algunos especulan comparando,
por ejemplo, la cantidad de zanahorias que trae un mazo en El Trigal y
la cantidad que lleva después en el agromercado.
"Es evidente", comenta una ama de casa. "Este mazo de zanahorias trae
quince, pues la dividen en dos y en tres mazos y las revenden, cada mazo
a diez pesos y ya triplicaron la ganancia".
"Con la cebolla pasa otro tanto y, si las ven muy grandes, como esta que
acabo de comprar, las venden por libras y una cebolla puede ser
perfectamente una libra", agrega. "La guayaba no vale comprarla allá
afuera tampoco, porque cada guayabota de esas puede ser una libra".
La mercancía, según algunos revendedores, las distribuyen después a los
lugares donde saben que la gente la va a comprar. A la periferia no
llega mucho de lo que compran en El Trigal.
"Esto no hay quien lo controle", cometa un hombre que ha ido a comprar,
al igual que la ama de casa, solo para abastecer su viandero. "La comida
debería ser un asunto de seguridad nacional, entonces ¿cómo (el ministro
de Economía Marino) Murillo me va a decir que no tiene ningún mecanismo
para manejar el mercado? ¿qué locura es esa? ¿qué hace ahí entonces?".
"Vengo al fin del mundo a comprar lo mismo lo que un poco más barato.
Ají, plátano macho, tomate; no es que me lleve nada del otro jueves para
la casa. Lo más exótico que hay aquí es la mandarina", se queja.
Source: Mercado de abasto El Trigal: Los precios, al alza | Diario de
Cuba - http://www.diariodecuba.com/cuba/1453363057_19625.html
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