Ollas chinas: otro entuerto fidelista
Los cubanos se vieron obligados a comprar millones de ollas chinas como
parte de la revolución energética de Fidel Castro. La mayoría ya no
funcionan y el tema se debate en la Asamblea Nacional.
Rolando Cartaya
diciembre 19, 2013
Si a Fidel Castro no se le hubiera metido entre ceja y ceja unificar la
manera en que deberían cocinar los cubanos, como parte de su revolución
energética de 2004, tal vez en la Asamblea Nacional de Cuba no se
estaría discutiendo ahora un tema que cualquier parlamento serio se
negaría a abordar: "el progresivo deterioro de equipos de cocción de
alimentos distribuidos por el programa de ahorro energético a partir de
2004".
Entre las pautas de la revolución energética de Castro, uno de sus
últimos proyectos faraónicos antes de enfermar gravemente en julio de
2006, se incluyó la compra compulsiva –no la "distribución"— de los
llamados módulos de cocción eléctrica eficiente: se obligó a cada
familia a empeñarse adquiriendo a crédito una olla multipropósito
(Reina), una arrocera, una hornilla, y un refrigerador.
Los medios oficiales confirman que desde entonces a la fecha se
"repartieron" más de 24 millones de equipos. Por supuesto, el gobierno
de Cuba no los adquirió en el mercado mundial, sino con un crédito
chino. Y como hace cuando compra autobuses para el transporte público, o
no compra piezas de repuesto o las compra en mínimas cantidades.
En un reportaje que hizo sobre el tema el año pasado nuestra colega
Idolidia Darias se describe lo que ocurrió con los "módulos" de Fidel:
"De los equipos eléctricos que les vendieron a plazos, las ollas
arroceras fueron las que más rápido se rompieron y las cocinas
eléctricas que supuestamente se utilizarían para que el país ahorrara
electricidad hicieron todo lo contrario; elevaron la tarifa de consumo
eléctrico y perjudicaron la economía de las personas".
"Sander Reyes recuerda que nadie recibió reembolso por las roturas y
tampoco en aquel momento pudo repararlas, por lo que se vieron obligados
a 'inventar'".
"Algunas personas se decidían a no pagar por algo que ellos no
escogieron o por rebeldía o descontento, pero el gobierno garantizaba el
pago de las mensualidades con el asedio de los militantes del Partido lo
mismo del núcleo zonal (integrantes de la organización comunista pero
retirados), que de los centros de trabajo y del Comité (CDR)".
Muchas familias con suficiente solvencia para sacudirse el problema con
las ollas han regresado a los fogones de kerosén y petróleo, o a las
parrillas para cocinar con leña o carbón.
Pero no todas pueden, y ahora los medios oficiales nos dicen que
miembros de la Comisión de Atención a los Servicios, de la Asamblea
Nacional consideraron que "el deterioro progresivo de esos equipos,
cuyas roturas y fallas crecen en la misma medida que se incrementan los
años de explotación, ha generado molestias en aquellas familias que
dependen hoy de los módulos para la cocción de sus comidas",
"Ante las preocupaciones de los diputados, Bárbara Acosta, vicetitular
del Mincin, (Comercio Interior) aseveró que desde 2012 se trabaja en una
política dirigida a aliviar gradualmente esa situación generada en el
país, a través de un grupo de medidas a aplicar a corto y mediano plazos".
"Entre las disposiciones de reciente aprobación, la funcionaria destacó
la venta liberada de gas licuado en La Habana y Santiago de Cuba,
iniciativa que se extenderá próximamente al resto de las provincias".
"También se incorporarán paulatinamente otros equipos de cocción y
nuevas formas de pago en ambas monedas (CUC y CUP), en aras de facilitar
el acceso a estos artículos por quienes lo necesiten, anunció".
Otro entuerto fidelsta a desfacer. Y Fidel, tan campante.
Source: "Ollas chinas: otro entuerto fidelista" -
http://www.martinoticias.com/content/ollas-chinas-otro-entuerto-de-fidel-castro/30334.html
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