Sunday, August 23, 2015

La locura de los precios

La locura de los precios
FERNANDO DÁMASO | La Habana | 23 Ago 2015 - 8:32 am.

¿Qué cuesta cuánto hoy en los mercados agropecuarios cubanos?

Sobre los elevados precios de los productos agropecuarios, las
autoridades no se cansan de echarle la culpa a los "intermediarios", esa
especie bendita de chivos expiatorios utilizados para esconder eternas
insuficiencias. Lo terrible es que muchas personas lo aceptan, tal vez
influenciadas por tanta propaganda.

Poco se dice o escribe sobre el rotundo fracaso de Acopio, la empresa
estatal que ha funcionado como único intermediario durante muchos años,
responsable de tantas mesas vacías en los hogares cubanos. Tampoco de
las improductivas empresas estatales ni de las constantes pérdidas de
sus cosechas. Menos aún del control estatal que aún existe sobre la
producción y la comercialización, mediante regulaciones y prohibiciones,
que impiden el libre desarrollo de las mismas.

Ahora, según se publica, el 70% de la producción agropecuaria se
encuentra en manos de los campesinos, agrupados en cooperativas de
distinto tipo o como productores particulares. El Estado, después de
haber destruido con sus fracasados experimentos socialistas esta
producción, ha transferido su recuperación a los campesinos.

Sin embargo, tampoco se dice ni escribe mucho sobre el alto costo de los
insumos que las autoridades venden a los campesinos, los cuales además
escasean regularmente, ni sobre el elevado precio de los combustibles y
piezas de repuesto para el transporte. Esto, como es de suponer,
influye en el alza del precio de los productos. Esta cadena de aumentos
termina en los bolsillos de los consumidores, quienes pagan los platos
rotos.

Aunque hoy existe mayor cantidad y variedad de productos agrícolas en
las tarimas de los diferentes tipos de mercados agropecuarios, y que los
mismos, por lo regular, se mantienen abastecidos, esto no significa que
la oferta cubra la demanda: sucede que los altos precios limitan a los
consumidores.

Los productos se venden por libras (460 gramos), siendo algunos de sus
precios actuales: una libra de frijoles 15 pesos, de cebolla 13, de ají
pimiento 11, de ajo 10, de tomate 8, de arroz 5, de harina de maíz 4.50,
de malanga 3.30, de calabaza 2 y de boniato 1 ó 2. Con los cárnicos
sucede aún peor: una libra de cerdo 33 pesos y de carnero 26.

El mayor mal ejemplo de lo que son precios elevados, lo constituyen los
productos que vende el Estado en sus cadenas de tiendas, donde una barra
de 400 gramos de pan a 10 pesos, un sobre con 500 gramos de leche en
polvo a 70, un litro de aceite de girasol a 60, un pomo de 465
mililitros de mayonesa a 75, una caja de puré de tomate de 530 gramos a
30, un litro y medio de refresco a 70, 260 gramos de picadillo de res
congelado a 30, etcétera.

Esto solo con relación a los productos alimenticios, pues los precios
del vestuario, el calzado y los electrodomésticos son totalmente
descabellados, multiplicados muchas veces por su valor real, comenzando
desde un pantalón o un vestido que pueden costar entre 500 y 1.000
pesos, un par de zapatos más o menos lo mismo y un televisor obsoleto,
de cajón, entre 5.000 y 6.000.

Los ejemplos pudieran ser infinitos. Estos precios deben ser comparados
con el salario mínimo mensual, que es de 240 pesos, o con el medio, que
no llega a los 480.

Con estos truenos, es muy difícil creer que el socialismo alguna vez
pueda ser "próspero y sostenible", a no ser que lo de "próspero y
sostenible" sea solo para las autoridades. Por ahora, los precios que
deben pagar los cubanos y cubanas de a pie para sobrevivir constituyen
un verdadera locura.

Source: La locura de los precios | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1440299955_16486.html

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